Aunque considero que los desahucios son un
problema para nuestra sociedad hay que dejarse de hacer política bananera con
este asunto. Después de la desgracia del suicidio de Baracaldo, todo el mundo
se ha apuntado al carro, desde los Jueces. Los Políticos, la Iglesia y no sé cuántas
Organizaciones más han empezado a crucificar a los bancos por el tema. Ante
esta ola de críticas y pensando que no es justo que en los tiempos que corren
una persona o familia se pueda quedar en la calle y encima tener una deuda que
no sé yo si la acabaran de pagar sus bisnietos, también hay que entender que
muchas personas o familias se han metido en un barrizal que no te menees. Una
gran mayoría no ha sido consciente de sus posibilidades, otra mayoría ha jugado
a la especulación y la minoría le ha salido mal el negocio y no solo a ellos si
no a sus familiares y avalistas que un día de buena fe o porque no les quedaba más
remedio se decidieron a apoyar a sus
familiares (Yo hubiera hecho lo mismo) y ahora pagan las consecuencias.
Pienso que los impagos son pocos, creo que un 3% de los hipotecados son los que
no pagan y menos los que son desahuciados, el resto la cuota mensual
hipotecaria es menor o igual que la de un alquiler,
También hay que meter en este saco a los
especuladores y a los que las apariencias les han llevado a meterse en el embrollo,
me refiero a los de la vivienda en la playa y en la sierra
Por lo que el tema hay que analizarlo de una
forma equilibrada y razonable
Primero, no me creo que se produzcan 1500
desahucios mensuales de viviendas, entiendo que en esta cifra están también
incluidos los locales comerciales, suelo etc..,
ya que es imposible que una sociedad pueda aguantar esta catástrofe.
Segundo, aunque los desahucios fueran menos,
es inadmisible que los intereses de la deuda pendiente sea superior al valor de
la vivienda (habría que modificar el articulado del contrato)
Tercero, habría que considerar caso por caso,
ya que muchas personas honradas y por causas ajenas a su voluntad, se han
quedado sin trabajo y no pueden hacer frente a la deuda.
Cuarto, la dación en pago no es una solución,
ya que puede llevar a que personas irresponsables adopten esta opción, por lo
que entiendo que los bancos son empresas que realizan un trabajo determinado y
no expresamente el de Inmobiliaria
Quinto. Es necesario que una familia tenga los
mismos derechos (y obligaciones) que cualquier empresa, ósea pueda a optar a la
se denomina suspensión de pagos, insolvencia o cesación de pagos (situación concursal en la cual un empresario
o una sociedad mercantil se encuentra cuando no puede pagar la totalidad de las
deudas que tiene con sus acreedores por falta de liquidez o dinero en efectivo).
Es un procedimiento que tiene por objeto llegar a un acuerdo entre el deudor y
los acreedores, bajo supervisión judicial, sobre el modo en que se pagará.
Por lo que significativamente es necesario un
asesoramiento jurídico para los afectados, ya que su indefensión por desconocimiento
suele ser considerable y no me vale lo de “Que lo hubiera leído antes de
firmar”, porque si fuera así, ni los bancos hubieran concedido créditos, ni los
ciudadanos hubiéramos firmado esas condiciones tan leoninas que se articulan en
cualquier contrato, el País se paralizaría si obstáriamos por cogernola con
papel de fumar.
Y ya
por último lo que no se puede consentir que Políticos, Jueces, entidades
bancarias e Iglesia, vengan a estas alturas a publicitarse en Radio, Prensa y
Televisión (incluso por satélite) de la comprensión hacia los perjudicados. (LA
Botella, con los pisos de la EMV). Para llorar que lo hubieran hecho antes y no
hagan la parodia, pues pueden perjudicar a la vez a otras personas
En fin, nos están contando una milonga y como
siempre el damnificado de paganini, el beneficiado la Banca, La Iglesia rancia,
Los Sindicatos y los Políticos oportunista de turno que no supieron en su día parar esta sangría que está
destruyendo a una parte de la sociedad legal y trabajadora, a la que ofrecieron
el Paraíso a precio de ganga y ahora se lo quieren cobrar a precio de Oro.
Seguiremos
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