Hace algún tiempo que a mi vecina que ya está
entradita en años la encuentro triste y disgustada, aquel humor que
llenaba de gracia y alegría la escalera se ha diluido, siempre ponía
flores el en alfeizar de la ventana, siempre se la oía cantar al Mairena o por Roció , pero ahora todo está muermo, ya no hay claveles reventones ni “gallos”
matutinos que evocan el cante ¿ Qué la sucede?.
Cuentan que esta triste pues al Antonio su
marido le han detectado una enfermedad contagiosa y claro la pobre pena y pena por
su hombre y eso que ya no fuma hace tiempo, pero no hay quien la reconozca, ha
adelgazado, ya no se tiñe y el corpiño que soportaba los pechos
desmedidos ha pasado a mejor vida.
Ahora solo bata y no de cola, ahora la
pelú del barrio a empobrecido considerablemente, ya no hay moño ni
permanente los viernes,
Las malas lenguas aportan nuevas
pistas al caso, que si su hermana se quiere casar con uno de la Residencia y
ella no lo consiente, pues como es soltera no la vaya hacer un bombo y el
pastizal pase al sobrino, de eso nada con cantidad de infusiones de Valeriana
que le ha dado para sosegar el cuerpo cuando
tenía desvaríos amorosos, con los consejos que la daba sobre que el
ahorro es la base del capital y que hay que tener posibles para la vejez.
La
herencia corresponde a la familia y como son dos, teme y se disgusta ante la
posible pérdida.
Otros que si a su hijo le han aplicado la
nueva Ley de Regulación de Empleo y va a tener que poner pasta para
el finiquito y lo ve venir que se le meten todos en casa, en fin, habladurías
y envidia cochina de las viudas y solteras del vecindario
Otros cuentan que el otro día la vieron hablando con su
“hombre” de no sé qué del Douglas eses y dicen que él llevaba una cadena con
una placa metálica que le tapaba la nuez, ¿qué cosas?