El
Duende del Rajao
Cuentan
los viejos del lugar que durante una de las expediciones que salieron de España
y cruzaron el “muro” para llegar a América, los marineros tuvieron que talar
muchos árboles y desforestar la selva para construir fortificaciones y de ese
modo poder protegerse de los ataques de los indígenas amazónicos. La cercena del bosque fue brutal dejando a
estos y a los animales de la región sin medios para subsistir, por lo cual
muchos murieron, otros desaparecieron y otros se extinguieron. A la vuelta de las Indias, los barcos venían
cargados de oro, plata, madera, tabaco, cacao, café... y productos agrícolas,
en una de estas embarcaciones y tomando la forma de hayuco el duende "
juanequillo ", se introdujo en la bodega de un Galeon y llego a Sevilla, no se sabe
como, pero este genio apareció por el hayedo del Rajao, en La Rioja. Su misión
es la de guardar el bosque y los moradores de la zona le tienen mucho respeto y
temor, se encuentra en el interior de la arboleda y solo se presenta a las
personas solitarias que están caminando por los senderos. El duende se le aparece
a una persona, le ofrece su amistad y le recompensa de distintas formas según sus necesidades; hace
que la caza sea abundante, que la pesca sea fructífera y que tenga provisiones
suficientes para él y su familia con la condición de que no se lo cuente a
nadie, si no cumple el compromiso le advierte que perderá todos los beneplácitos, así mismo si divulga
la existencia del duende, hace que el
caminante se extravié durante días semanas o meses. También es juguetón y a los
niños les lleva al interior del bosque donde brinca, corretea, y salta con
ellos pero sin causarles ningún daño. Los pocos que dicen que lo han visto, señalan que tiene una boca muy grande y que año tras
año se le va haciendo mayor, dicen que sus ronquidos parecen truenos y sus
suspiros vendavales. Cuando esta enfadado Juanequillo
se pone a dar golpes en los
árboles de tal forma que muchos caen, otros tienen que utilizar toda la fuerza
de sus raíces para evitar que la tempestad les derribe, pero le dura poco el
disgusto, generalmente sucede cuando advierte
la presencia de los extraños en su bosque, otros dicen que cuando esta
contento se escucha música de flautas que sale del interior de los árboles.
Muchas de las historias narradas sobre la existencia de
este duende, reflejan una clara connotación ecológica, debido a que encierran
mensajes que la entidad trataría de inculcar a los que frecuentan el bosque;
mensajes como no cazar demasiado o en vano, no dejar malheridos a los animales,
no matar a las plantas, no extraer madera o talar árboles sin su permiso y
evitar la acumulación de basuras y fuegos innecesarios que podrían destruir el
entorno
La naturaleza de los duendes
se reparte entre la del hombre y la del ángel, en partes iguales, por ello
pueden moldear sus cuerpos a su antojo. Están bien provistos de poderes y
talismanes para poder hacer toda clase de conjuros
Algunos pueden llegar a
vivir hasta 500 años. Los duendes suelen ser traviesos, bromistas y descarados;
casi siempre están de buen humor.
Yo he visto a Juanequillo el
del Rajao